Muchos se preguntarán: ¿el crecimiento poblacional ayuda o dificulta el desarrollo económico?
Aunque la gran propaganda anti natalista de los medios de comunicación de masas nos induce a pensar que lo dificulta, la evidencia histórica muestra que los procesos de desarrollo económico van acompañados por el crecimiento demográfico, e inclusive, con fenómenos de migraciones masivas, como se analiza en los Estados Unidos del siglo XIX.
El crecimiento poblacional y el desarrollo económico son rasgos característicos de la especie humana, como se aprecian en los diferentes estudios poblacionales disponibles. Hoy, el énfasis en el capital humano es generalizado en todo el orbe.
Sin embargo, es claro que no siempre el desarrollo es la política, y cuando ello ocurre se fomenta, a las buenas o a las malas, el despoblamiento; como ha sido la tendencia general de los imperios, como el británico, el cual justíficó sus crueles políticas de detracción económica (comercio desigual y deuda), guerras perpetuas y desestabilización de los estados desarrollistas, con el manto "académico" de sir Thomas Malthus, y su conocida formulación sobre la "eterna" escasez de los recursos y la axiomática "sobrepoblación" permanente.
Desde la década de los años 80, en medio de la Guerra Fría, una corriente angloamericana llevó al Club de Roma a relanzar el "neomalthusianismo", publicando el libro "Los límites al crecimiento", usando la crisis energética iniciada por los propios angloamericanos en la década de los 70, y los argumentos ambientalistas, para imponer al mundo políticas antinatalistas desde las Naciones Unidas y los gobiernos metropolitanos, en especial, los Estados Unidos.
Si analizamos las cosas, el ser humano es la medida de las mejores políticas, como se refleja en que la "densidad relativa potencial de población", concepto acuñado por el acertadísimo economista y reformador norteamericano Lyndon LaRouche, (en la imagen su libro, There Are no limits to grow, descárgelo aquí) es la medida absoluta de la bondad de las políticas económicas: si esta densidad aumenta, las políticas son buenas, y lo opuesto en caso contrario.
Que duda cabe que los países de mayor población tienen mas oportunidad de consolidar mercados internos que permiten la mayor diversificación y complejización productiva, industrial, energética, científica, lo que comúnmente llamamos ... desarrollo. China es el último magnífico ejemplo.
Esperemos la mejor racionalidad y equilibrio para nuestras autoridades y nuestro pueblo, para que la cultura no nos separe del camino señalado de la Humanidad.
Usted: ¿que opina?
9.10.18
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