Alvaro Quijandría, un ex funcionario del Banco Mundial que ahora es director ejecutivo de PROINVERSION, órgano encargado de atraer y negociar las concesiones y asociaciones público privadas, dijo a Gestión que "el MEF -- Ministerio de Economía y Finanzas -- ya esta formando un equipo para elaborar el documento del Plan Nacional de Infraestructura (PNI) "
Sin embargo, las declaraciones no han señalado ningún criterio económico - científico para la priorización; sólo se ha indicado que se hará una recopilación de las prioridades de los diferentes sectores estatales (transportes y comunicaciones, energía y minas, agricultura, etc), formulados en sus planes multianuales de inversión. Siendo asi, el cambio será mínimo. Si hay declaraciones muy preocupantes, como por ejemplo, la del encargado del Comité de Operaciones del Sistema Interconectado Nacional (eléctrico), (COES), que ha afirmado que ...¡hay sobreoferta eléctrica! ... Cuando el Perú es uno de los países de menor consumo energético de la región, lo cual seria peor aún si le restamos el consumo minero. El funcionario ni siquiera considera los proyectos de conexión bioceánica, ni la proyectada industria petroquímica en el sur del Perú, como parte de la oferta futura.
La ciencia económica hasta ahora no ha franqueado una métrica precisa para medir el desarrollo económico, ni para priorizar los proyectos de inversión en infraestructura: sólo el fraude keynesiano de valorar el efecto monetarista del "gasto público", o la simple perspectiva del usurero de "recuperación del capital (préstamo)". Solo la perspectiva planteada por el economista Lyndon LaRouche, con sus antecedentes en el sistema americano de economía política, con sus conceptos de "densidad relativa potencial de población", "densidad de flujo energético" y "plataformas económicas", en un contexto de incorporación rápida de nuevas y revolucionarias tecnologías, como la energía de fusión nuclear, permitirían una priorización de verdad científica de los grandes proyectos.
La ciencia económica hasta ahora no ha franqueado una métrica precisa para medir el desarrollo económico, ni para priorizar los proyectos de inversión en infraestructura: sólo el fraude keynesiano de valorar el efecto monetarista del "gasto público", o la simple perspectiva del usurero de "recuperación del capital (préstamo)". Solo la perspectiva planteada por el economista Lyndon LaRouche, con sus antecedentes en el sistema americano de economía política, con sus conceptos de "densidad relativa potencial de población", "densidad de flujo energético" y "plataformas económicas", en un contexto de incorporación rápida de nuevas y revolucionarias tecnologías, como la energía de fusión nuclear, permitirían una priorización de verdad científica de los grandes proyectos.
13.3.17
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