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viernes, 22 de julio de 2016

¿Qué está mal en la financiación de la infraestructura?


La mayoría de los procesos de infraestructura grandes recientes están bajo PROINVERSION, es decir, bajo concesión a la empresa privada, que financia la mayor parte de la infraestructura y obtiene el control de la infraestructura por un lapso de 30 años o más.
Si esto fuera una inversión complementaria a otra inversión financiada enteramente por el Estado, estaría muy bien, como una ayuda y ampliación de la inversión.
Pero, la inversión pública disminuye porcentualmente… El 76% del presupuesto público se va en gasto corriente (pago de salarios, por ejemplo), gastos financieros, previsionales y otros, y sólo el 24% en gasto de inversión, un gasto atomizado e ineficiente, destinado sólo parcialmente a la gran infraestructura que necesita el Perú. Entretanto, se acumula más brecha en infraestructura en el Perú en el orden de 280,00 millones de dólares.
El problema no es que el sector privado intervenga, !Bienvenido sea! El problema es que el Estado retroceda, y abdique de su responsabilidad constitucional de promover el desarrollo.
¿A qué se debe este retroceso? Al fundamentalismo presupuestal, un rezago de las políticas de austeridad del FMI y el Banco Mundial, que ha quedado como una política establecida. Además, la ineficiencia del gasto se suma al problema, dándose que parte del ya exiguo presupuesto…¡nunca se ejecuta!
Además del presupuesto, el Estado le puede pedir prestado a los propios peruanos, emitiendo deuda pública interna denominada en soles. Ahora esto se hace solo para regulación monetaria,  o para financiar el pago del servicio de la deuda, y muy poco para obras. Esto, emisión de bonos del Estado en soles para financiar infraestructura exclusivamente, movería el alicaído mercado de valores peruano.
Como dijo Krugman, citando la política de Hamilton, debemos superar el temor a una deuda bien fundada y ordenada. Proyectos como la Ferrovía Transcontinental Brasil – Perú devolverán al Perú mucho mas de los US$ 10,000 millones que costaría, y que aportaría China, pero que sería mejor con un aporte financiero peruano y una conducción de la entidad administradora en manos peruanas, con participación de los chinos. 

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