Desde el Antisuyo de los incas Pachacutec
y Túpac Yupanqui, pasando por Francisco de Orellana y las “entradas” de los
franciscanos y otros religiosos, la presión
de los quechuas y los criollos del oeste de Sudamérica a poblar la
Amazonia ha sido permanente.
Veamos el mapa (publicado por el Instituto
Schiller en el libro de 1986, La integración iberoamericana)
Modernamente con Alejandro de Humboldt, quien en 1799 apunta a
identificar la conexión y navegabilidad de las tres grandes cuencas: El
Orinoco, el Amazonas y el Rio de la Plata; hasta la navegación amazónica,
promovida por ejemplo en el Perú por el Presidente Ramón Castilla, y los planes
de bioceánidad por medio del ferrocarril y la navegación fluvial del presidente
Manuel Pardo, seguidos después por Santiago Antúnez de Mayolo y Manuel Mesones
Muro. Culminando en 2000 con el proyecto sudamericano de IIRSA, cuyos corredores
principales son Amazónicos.
Todas estas iniciativas fueron
seguidas en un plano más concreto por el progresivo poblamiento de la Amazonia,
comenzando por las estribaciones orientales de los Andes, desde la fundación en
1538 de Chachapoyas y en 1540 de Moyobamba, en la “ceja de selva” nor peruana. Fundamental,
la fundación por Castilla de la ciudad portuaria de Iquitos, sobre el Amazonas.
En la actualidad, solo el 14.5% de la población del Perú se ubica en la
Amazonia, la población indígena nativa ascendía en 2007 a 332.975 ha. Pero
lo nuevo es la migración de los pobladores andinos, quechuas, principalmente,
lo que ha redundado en el florecimiento de regiones y ciudades como: Iquitos (437 376 ha.), Pucallpa (211 651 ha., la foto de arriba le corresponde), Tarapoto (144 186 ha.), Jaén (93 631 ha.), Puerto
Maldonado (74 494 ha.), las citadas Chachapoyas (29 900 ha.) y
Moyobamba (86 015 ha.), Yurimaguas (63 427 ha.), Tingo María (56 932 ha.), Bagua Grande (42 396
ha.), Satipo (34, 502 ha.) Oxapampa, Nauta, y muchas otras. [Población de 2015]
Lo fundamental: la llanura amazónica es la de mayor amplitud en Sudamérica,
y concentra la mayor cantidad de recursos a usarse. Pesadilla para la geopolítica
europea, pero la mayor esperanza para la Región.
Pregúntese ahora: ¿Cuánto le costará al futuro de la región no hacer la conexión
ferroviaria y multimodal bioceánica Brasil – Perú?
12.2.18
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