Resolver la disyuntiva se viene
aplazando, por los hasta ahora excelentes precios de los metales, la gran
inversión minera extranjera y el boom agroexportador. Pero la disyuntiva
continúa: o nos industrializamos o seguimos atados al ciclo del cobre y la mano
de obra barata.
Como se decía hace 80 años:
“azúcar cara, cholo barato”. Hoy diríamos: “cobre caro, cholo barato”.
Indiferencia, negación a la
necesidad de industrializarnos ha sido la política de los últimos gobiernos.
Incluso, el limitadísimo programa de Diversificación Productiva del gobierno de
Humala, que aludía tangencialmente la industria, fué cancelado por PPK
Es claro que las exportaciones
mineras y agrícolas son excelentes noticias, pero sin totalmente insuficientes para
resolver las demandas de empleo productivo en un país del tamaño y la
complejidad del Perú, que debe unirse proactivamente a la Franja
y la Ruta global.
Además de China, un caso reciente
de industrialización proactiva es Corea
del Sur. Toda la sociedad coreana, conducida por el Estado, (ver
también 02) se orientó a formar competencias globales de las empresas
privadas elegidas (Daewoo, Samgung, Hyundai, Lotte, LG) y una producción de
calidad internacional en un conjunto de industrias, y les dotó de las
exoneraciones tributarias, infraestructura y logística, universidades
productores de ciencia y tecnología, educación y saluda de calidad para sus
empleados, y crédito público (tipo Alexander
Hamilton) a tasas no usurarias, en un país que no poseía banca privada.
En nuestros países, debemos
empezar por identificar estos productos o industrias donde podemos lograr
competencias de nivel mundial (maquinarias para minería, maquinará eléctrica,
siderurgia y aleaciones especiales, generación eléctrica, incluyendo nuclear, construcción
naval y aeronáutica, petroquímica, acumuladores en base a litio, etc.),
dentro del esquema BANG (bites, átomos, neuronas y genes), por ejemplo. Incluyendo
la industria liviana (confecciones, textil, calzado, procesamiento de
alimentos, etc.), en la cual tenemos cierto avance.
Esto implica la decisión del
caso, plasmada en un Plan Nacional Industrial, como un plan mandatorio para el
Estado, cosa que en el Perú no se ha producido. Más allá de las buenas
intenciones (ver video
del presidente Vizcarra en la Universidad de San Marcos), se necesitan
decisiones.
No se ha tomado las decisiones más importantes: petroquímica, papel de Petroperú, industrialización del litio, corredor bioceánico Brasil - Perú, continuación de Majes Siguas - Chavimochic II - Alto Piura, hidroeléctrica de Inambari, hidroeléctricas del Marañón, diversificación productiva.. Se han postergado estas decisiones por buscar privilegiar de todas formas a las cuestionadísimas asociaciones Público Privadas del "Club de la Construcción"
Entretanto, las empresas y el Estado peruanos están al margen del boom minero y el boom agroexportador, el cual, a través de la Ley de Promoción del Sector Agrario, reduce los derechos laborales de los trabajadores del campo.
01-11-18