La economía de fusión (nuclear)
es una promesa a la cual la Humanidad se
está acercando a paso seguro, e incluye, además del componente energético, la economía de los isotopos, que consiste en la capacidad de producir materiales en especial inertes
escasos o raros transformando otros
materiales abundantes.
Esta transformación apoya y a su vez se
facilita por métodos de fisión y fusión nuclear – un paso más de la fisión
nuclear existente industrialmente hoy, que está en pleno desarrollo
investigativo en diferentes países desarrollados. Por permitir superar la escasez principal, la energética, se llama a
esta promesa economía de fusión,
como lo ha destacado por décadas la revista “XXI st. Century Science and
Technology”, nombrada en castellano en su momento precisamente “Fusión Nuclear”,
y cuyos aportes se pueden ver en el sitio web LaRouchePAC, (vea también aquí)
entre otros.
Un isótopo es simplemente un
átomo que tiene el mismo número atómico pero diferente número s de neutrones,
cosa que se puede lograr artificialmente también.
Por ejemplo, Los actuales
experimentos de fusión usan el deuterio y el tritio (D-T) como combustible (dos
isótopos de hidrógeno), pero la reacción de (el isótopo) helio-3 y deuterio
(D-He-3) será un combustible superior para la fusión (nuclear)
Imagínese usted las implicancias:
en el futuro, poseyendo la fusión nuclear, cualquier material que se
necesite y escasee será posible de “producirlo”
modificando los núcleos de los átomos de otro material abundante.
Aunque el avance científico es la
parte central, también lo es la perspectiva económica, desde la perspectiva de fundamentar el
financiamiento de estos programas, que solo puede hacerse a nivel de toda la
sociedad (el Estado) y no de empresas particulares, y en segundo lugar, en señalar su carácter
transformativo para la forma de hacer economía en el mundo, dado que el capital "escaso" deja de ser el primer factor productivo, que lo será la capacidad humana de innovar la tecnología.
Este crucial campo de avance científico
no puede desecharse, como lo hizo el Perú, pese a tener grandes reservas de
uranio y el segundo potencial hidroeléctrico de la región, cuando rechazó el 2011 el acuerdo nuclear con
Rusia. Acuerdo que hoy, a diferentes niveles, están consolidando Argentina y
Bolivia.
Nuestros países deben
incorporarse al esfuerzo que conducen los líderes científicos globales, como China, Estados Unidos, India, Rusia, Alemania, Japón; lo
contrario sería resignarse a ser mero consumidor pasivo de la tecnología que se
nos quiera franquear un sistema de "apartheid tecnológico".
Usted, ¿Qué opina?
13/12/18
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