Como ya lo hemos sostenidos
muchas veces en el blog (ver posts: 01,
02, 03 y 04) la decisión del gobierno de continuar con las APP “cofinanciadas”
ya iniciadas y seguir promoviendo este esquema ha desconfigurado el sistema de
inversiones públicas, con una caída drástica de dicha inversión, y con una caída mucho peor del
avance de la obra física. El emblemático caso del Gasoducto Sur Peruano, 4 años paralizado, viene a mientes.
La otra modalidad de APP,
llamadas autosostenidas, tiene también serios inconvenientes, que comparten las
“cofinanciadas”, en especial, el
trasladar a la población civil los costos y el lucro mediante altas tarifas muy
por encima de los pares de la región (por ejemplo, peajes, tarifas de
servicios, etc.). Pero las APP autosostenidas se financian solas, sin cargar el presupuesto público.
Las APP “cofinanciadas” tienen la
desventaja que son prácticamente financiadas en su casi totalidad por el
Estado, que entrega a cambio de casi nada una concesión por 20 o 30 años a los
privados por una infraestructura construidas por el erario público.
Aquí hay una seria ruptura del
“pacto social”: los ciudadanos tributamos a cambio de que construya
infraestructura: ¿Por qué pagar nuevamente una tarifa por una
infraestructura concesionada?
Los desembolsos del Estrado se
producen, pero el avance de obras no, registrándose pagos millonarios en
penalidades y compensaciones, ampliaciones presupuestales sospechosas de
sobrecostos fraudulentos de hasta 174% adicional , que es el verdadero negocio para estas empresas.
De momento, la situación se
encubre por las masivas inversiones extranjeras y la mayor demanda
internacional. Pero el costo para las generaciones futuras es incalculable. Debemos regresar a la obra pública clásica ...¡ya!
13 de Mayo de 2019
LAMENTABLEMENTE ESTAMOS ANTE LA VORACIDAD DE LOS GRUPOS DE PODER, QUE LO CONTROLAN Y DECIDEN TODO Y SIEMPRE CON EL AVAL DE NUESTROS GOBERNANTES.ES LA HISTORIA DE SIEMPRE: LO ANCHO PARA ELLOS Y LO ANGOSTO PARA EL PUEBLO.LAMENTABLEMENTE EL CÁNCER DE LA CORRUPCIÓN Y SUMISIÓN NOS SIGUE COMO UNA MALDICIÓN INDOSTANA. PERO NO HAY QUE BAJAR LA GUARDIA.
ResponderEliminarEs cierto eso. La corrupcion corporativa es el origen de la presente crisis.
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