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lunes, 9 de mayo de 2022

Industria petroquímica ahora para salvar a la agricultura

Por Manuel Hidalgo

Como consecuencia del alza del precio de los fertilizantes, efecto a su vez de la crisis entre Rusia y la OTAN, el abastecimiento de fertilizantes en el Perú está en riesgo, y con ello la propia agricultura, que amenaza caer hasta un 40%. El incremento del precio de los fertilizantes fue lo que provocó los paros agrarios en diferentes regiones del país del mes anterior.

Buscando una solución inmediata a este riesgo inminente, además de buscar desesperada y erráticamente nuevos proveedores para los fertilizantes, el Ministerio de Agricultura anunció conversaciones con empresarios de Corea (Samsung Co.) y China, para la construcción de una planta petroquímica de fertilizantes en un plazo indicado de 2 años (Ver 01, 02 y 03) . Recuérdese que en 2017 la petrolera china presente en Perú, CNPC, Corporación Nacional de Petróleo de China, propuso construir una planta petroquímica en el sur del país, faltando condiciones regulatorias en especial. Una planta de fertilizantes fosfatados pequeña ya existe en Bayóvar (Piura, en la salida al Pacífico de la proyectada conexión bioceánica Brasil – Perú) y ahora se está proponiendo la construcción de una planta petroquímica para producir urea, que es el fertilizante más utilizado, y otra planta de fertilizantes fosfatados. En la actualidad, el Perú requiere importar anualmente 1,400,000 de fertilizantes en especial urea (el 69% de estas provienen de Rusia).

Esta terrible situación de seguridad alimentaria denota una grave falta de visión de los gobiernos recientes, que con su ciega confianza en que el mercado global abastecería de todo al país, nos olvidamos garantizar la seguridad alimentaria, postergando la decisión de una industria petroquímica (ver post del blog), con apoyo y garantía estatal, como se prometía hace 35 años, cuando se descubrió el gas de Camisea.

Debido a la ausencia de energía barata [pese al enorme potencial hidroeléctrico], el Perú dejó de producir fertilizantes desde 1980, cuenta Sady García Bendezú, docente de la Universidad Agraria (La Republica), puesto que “el petróleo se importa y la electricidad es cara”. Sin embargo, el también investigador reconoce que la presencia del gas natural hace viable dar luz verde a la planta [petroquímica de fertilizantes]. “Es pertinente aclarar que no todos los fertilizantes se obtendrían en una misma fábrica”, precisa García. Producir fertilizantes nitrogenados como urea y nitrato de amonio requiere de una planta de US$ 850 millones; otra para los fosfatos de Bayóvar demandaría otros US$ 800 millones

Incluso poseyendo recursos de gas y los inmensos yacimientos de fosfatos aún no explotados de Cachimayo, Perú debería apostar por construir mínimamente 2 plantas muy grandes de fertilizantes fosfatados tanto en Bayóvar y Cachimayo como en la zona cercana a Pisco (Ica, al sur de Lima), en donde se dispone del recurso del gas de Camisea y otros lotes. Obviamente, debe fortalecerse la construcción de plantas hidroeléctricas, (y acabar con la sobrefacturación eléctrica) pues estas industrias son altamente demandantes de energía.

Es decir, tenemos todo, menos la visión y buenas políticas.

Hagámoslo ahora.

5/05/22

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