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domingo, 25 de septiembre de 2022

La Organización de Cooperación de Shanghái: ¿semilla de un nuevo orden económico más justo?

Aunque aparentemente lejos de nuestras latitudes, la así llamada OCS, conformada principalmente por 3 de las más importantes naciones del mundo: China Rusia e India, pero además con la integración de los estados intermedios entre ellos como lo son Kirguizistán, Kazajistán, Tayikistán, Uzbekistán, Pakistán e Irán, conforman desde 1993 un mecanismo de integración y cooperación económica que engloba a casi la mitad de la población mundial, pero también una gran proporción de la producción mundial.

Si vemos en el mapa, las 9 naciones del borde norte de nuestro planeta, en el corazón del continente euroasiático, representando una fortaleza geoestratégica, por el tamaño, la organización, los recursos de dichas naciones.

La OCS tuvo en el presente mes de septiembre, en Samarkanda, Uzbekistán, una Cumbre que señaló los pasos adelante para la Organización, en función explícitamente de un nuevo orden mundial multilateral, como lo pedía originalmente a partir de 1951 el Movimiento de los No Alineados, conforme a los Principios de la Conferencia de Bandung.  Esto se traduce en el fin del unilateralismo, el dominio del comercio, las finanzas y el orden monetario por parte del eje Londres – Wall Street. 

No podemos olvidar, sin embargo, que el mundo se halla al borde de un conflicto termonuclear. Pero, lo interesante es que, a raíz de las sanciones aplicadas a Rusia por su operación militar en Ucrania, aplicadas por el bloque occidental liderado por los Estados Unidos, con la orientación de Gran Bretaña y el paraguas de la OTAN, pero antes de Rusia con las sanciones y guerra comercial contra China, estos dos países han buscado muchos cambios que impactan en el orden económico internacional:

  • ·         Un mayor comercio bilateral entre ellos;
  • ·        Acuerdos comerciales en las monedas locales, para evitar la dependencia de un dólar norteamericano cada vez más controlado la especulación financiera De Londres y Wall Street
  • ·         La creación de un sistema de pagos internacionales alternativo al sistema actual SWIFT, que fue utilizado por la alianza occidental para las sanciones económicas y la guerra económica y comercial contra China, Rusia, y otros paises.

¿Son estas buenas noticias para nuestros países?

Reemplazar un sistema que se impuso tan cruelmente a nuestros países no puede ser una mala noticia. ¿Qué decir por ejemplo de la “reinserción” de nuestros países al sistema financiero internacional? ¿Cuántos empleos y cuantas industrias se perdieron?  ¿Cuántos peruanos debieron emigrar a consecuencia de las políticas de austeridad implantadas por el FMI y el Banco Mundial? ¿Cuántos empleados públicos se despidieron conforme a los programas del BM?

Pero la realidad más importante de la OCS y su promesa de un orden más justo es la iniciativa china de Una Franja Una Ruta, la nueva Ruta de la Seda, que, junto con el dinamismo de la económica china como socio comercial e inversionista principal de y en América Latina, ofreció un puntal de crecimiento que las quebradas economías de la OCDE no solo no ofrecían, sino que negaban, con sus políticas malthusianas y desindustrializadoras impuestas a punta de deuda.

Por el contrario, y como ejemplifica la creciente inversión china en África, la cooperación china a través de los mecanismos relacionados tanto al BRIC como a la OCS, como el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, entre otros, está fluyendo a todos el Sur Global, incluyendo a nuestros países (ver post 01 para documentar el caso en Perú).

Serguei Glaziev, el ministro de infraestructura de la OCS, sostiene que las ideas detrás de este nuevo orden multilateral que está construyendo poco a poco la OCS son en lo principal las ideas de Lyndon LaRouche, economista norteamericano que hemos citado varias veces, tanto sus ideas programáticas, el Nuevo Bretton Woods, el Puente Terrestre Euroasiático, tanto con su enfoque de economía física dirigida por la ciencia, enfocada en el crecimiento de la densidad de flujo energético.

Manuel Hidalgo

23/09/22

 

lunes, 5 de septiembre de 2022

Red de ferrocarriles como corredores de desarrollo … ahora!

El gobierno anunció en días pasados que prevé la construcción hasta el 2030 de cuatro ferrocarriles: tren Grau (costero) tren Inca (paralelo en la zona Sierra) tren Andahuaylas – puerto San Juan de Marcona (En el sur del Perú) y el tren puerto de Chancay  Pucallpa (a conectarse con la salida bioceánica con Brasil). Los trenes que están en su fase de estudio deberán iniciar pronto su construcción, iniciando con los primeros tramos (Lima Barranca y Lima Huacho) del Tren Grau. Estos proyectos tienen ya en promedio 6 años en su propuesta y estudio, desde los gobiernos anteriores.

No son solo ferrocarriles individuales, sino que conformaran una red o sistema de ferrocarriles con salida bioceánica, bajo la concepción superior de Corredores de desarrollo o plataformas económicas. Va más allá de los anillos ferroviarios propuestos por las ingenieros de la Universidad Nacional de Ingeniería. Es decir, superando el concepto limitado de corredores de transporte; o peor aún, de los trenes campo - puerto, o mina -puerto. El objetivo incluye pero va mucho más allá de facilitar y hacer más eficiente el transporte de los productos de exportación o importación.

Más aún; el valor de estos proyectos no consiste únicamente en el estímulo que el gasto en construirlo ocasiona a la circulación económica nacional, y al ingreso nacional. Los beneficios son mucho mayores; y muchos de ellos son a largo plazo y son indirectos. Por ello, los economistas monetaristas, enfocados en él repago de la deuda que generan estos proyectos, no registran estos beneficios, y no ven la rentabilidad real (física) de los mismos.

Desde el punto de vista de los Corredores de desarrollo, propuestos modernamente por el finado economista norteamericano Lyndon LaRouche, de estudio obligado para los lideres de las naciones, un corredor de desarrollo es un diseño prospectivo para crear mercados y oportunidades de emprendimiento, donde antes no las había. Y esto se basa no solamente en que los menores costos hacen más eficientes al capital y al trabajo, sino que además los corredores de desarrollo permiten usar las sinergias del transporte multimodal, la generación energética (hidroeléctrica y demás), las mejoras en la agricultura, en las telecomunicaciones, en la conducción de aguas, en las habilitaciones portuarias y aeroportuarias, y en la habilitación de nuevas ciudades.

Hay dos riesgos que pueden evitar que el esfuerzo ferroviario del Perú obtenga los resultados esperados. Primero, que no sea acompañado por una inversión de magnitud similar en proyectos hidro energéticos e incluso de energía nuclear, para asegurar por ejemplo la movilidad de los trenes eléctricos a construir. En segundo lugar, existe la posibilidad que la absurda estructura y regulación de ese invento llamado “mercado eléctrico” permita que los fondos especulativos foráneos, propietarios de las empresas de generación eléctrica, se apropie de los beneficios de esta infraestructura, provocando una disminución de su eficiencia.

Sin embargo, dentro de la magnífica perspectiva del mega corredor de desarrollo mundial de iniciativa China llamado Una Franja Una Ruta, de la cual forma parte el Perú y a la que pertenece el gran megaproyecto portuario de Chancay, la nueva red ferroviaria peruana tiene las mejores perspectivas para su éxito. Si los ciudadanos lo permitimos.

“¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo! … Perú al pie del orbe; ¡yo me adhiero!!” (César Vallejo)

Manuel Hidalgo

2 de Setiembre de 2022