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lunes, 13 de agosto de 2018

Fallidos planes para usar presupuesto público como apalancamiento para fondos de inversión

Como ya lo hemos advertido en este blog para el caso del Perú, también en los países de la Unión Europea  el intento de convertir el presupuesto público para infraestructura en apalancamiento para los fondos de inversión ávidos de ganancias ha resultado fallido, como expone el sitio web LaRouchePAC en el post titulado “Condenado al fracaso plan del G20 para convertir la infraestructura en productos financieros” (ver post) . Aunque el proyecto que mencionamos es en sus resultados similar al manejo vía Asociación Público – Privada (APP) de la infraestructura, el proyecto discutido en la UE se mediaba adicionalmente por nuevos instrumentos financieros.
Lo podemos sintetizar en estas “etapas” o modus operandi:
1.- El fondo de inversiones (o empresa promotora de la APP expresa “interés” al gobierno por un proyecto, y este franquea un contrato cediendo en concesión los terrenos y la explotación de la concesión por 20, 30 o más años, con ingresos garantizados, promesa de co - inversión pública (proyectos “confinanciados”) y garantía pública.
2.- El fondo o empresa usa estos “activos” franqueados por el Estado y los usa como una suerte de garantía “colateral”, por ejemplo, para obtener financiamiento del público o de otros bancos o fondos.
3.-  Si el fondo o la empresa consigue el “cierre financiero” y reúne los capitales requeridos,  el proyecto se ejecuta; caso contrario, el proyecto revierte al Estado, con todas las esperanzas postergadas una vez más, como se han viso tantos casos.
Esto vimos en Perú, por ejemplo, en el Proyecto Olmos, como tantos otros ejecutados por Odebrecht y sus empresas consorciadas.
Aparentemente, la innovación europea es convertir los contratos en instrumentos financieros, para facilitar el recabamiento de los fondos mediante su transferencia.
Con el post citado lo resalta, citando la Mario José Romero, de la Red Europea sobre Deuda y Desarrollo: “Una infraestructura sustentable es vital para reducir la pobreza y fomentar el desarrollo. El lugar adecuado para empezar es reconoce que la ‘brecha de financiamiento en infraestructura’ es de hecho una brecha en el financiamiento público, y que ninguna cantidad de ilusiones vanas en el financiamiento privado van sustituir el financiamiento público en cierta infraestructura crítica”.
Así pues, regresemos a la infraestructura priorizada y ejecutada como obra pública.
Basta ya de postergar el desarrollo.
11/08/18

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