Según la información que destaca
la agencia oficial Andina,
citando las opiniones de Carlos Aquino Rodríguez, director del Centro de
Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el año que pasó el Perú fué el segundo receptor
de la inversión china, siendo el primer receptor Brasil. Según Aquino, el Perú puede
convertirse en el primer receptor alcanzando el 30% de la inversión regional china
con su recientísima incorporación
a la mega iniciativa china Una Franja Una Ruta, (26 de abril de este año) unido a la reticencia de
Brasil a la cooperación con China.
Aquino enfatizo a Andina que “debido a que el Perú ya es parte de La Franja y La Ruta no solo será posible atraer un mayor flujo de inversiones chinas, sino que también podremos acceder a recursos financieros”. Explicó que para implementar esta iniciativa, China cuenta con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y ha creado el Fondo de la Ruta de la Seda. Igualmente, figura el Banco de Desarrollo (que es del grupo BRICS) que también prestará a los países que se unieron a la propuesta china.
Aunque el caso del Perú es notable, el mismo escenario se produce en muchos países de la región, como Argentina, , Ecuador, Venezuela, Bolivia y Chile, en varios de los cuales China es el primer socio comercial y el primer inversionista extranjero. La magnitud de la inversión china en Perú se dá por la coincidencia del potencial minero, gasífero y petrolero demandado por China, la posición central del país para la logística comercial, la gran demanda peruana por infraestructura moderna, y además, los lazos amistosos de más de cien años, cristalizados en una Alianza Estrategia Integral de ambos países, alentada además por una pujante comunidad peruano – china, fuertísimamente integrada en la sociedad y economía peruana.
Aunque el caso del Perú es notable, el mismo escenario se produce en muchos países de la región, como Argentina, , Ecuador, Venezuela, Bolivia y Chile, en varios de los cuales China es el primer socio comercial y el primer inversionista extranjero. La magnitud de la inversión china en Perú se dá por la coincidencia del potencial minero, gasífero y petrolero demandado por China, la posición central del país para la logística comercial, la gran demanda peruana por infraestructura moderna, y además, los lazos amistosos de más de cien años, cristalizados en una Alianza Estrategia Integral de ambos países, alentada además por una pujante comunidad peruano – china, fuertísimamente integrada en la sociedad y economía peruana.
Como informó nuestro blog, el
embajador chino en Perú, Jian Gide, (en la ofto, con el presidenter Vizcarra) anunció en 2018 que China
invertiría US$ 10,000 millones en el Perú en los próximos 3 años, un “boom
de inversiones”, y esto se está cumpliendo con creces, como muestran las
inversiones pasadas y las proyectadas:
·
Inversión minera en Toromocho (Junin),
Ampliación Marcona (Ica) y Las Bambas (Apurimac)
·
Adquisición de la Central Hidroeléctrica de
Chaglla, y construcción de otros proyectos hidroenergéticos
·
Inversiones en gas y petróleo,
·
Hidrovía Amazónica
·
Postulación (único postor) para el Proyecto Tren
de Cercanías Lima – Ica
·
Propuesta de participación en la parte
Oeste del corredor bioceánico Perú –
Bolivia – Brasil, por parte del presidente peruano Martín Vizcarra, anunciada
en una entrevista para Reuters.
De momento, la gran debilidad del Estado peruano es que las finanzas públicas han sido sistemáticamente anuladas por las políticas globalistas del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, pero aún así se abre un inmenso potencial de crecimiento de la productividad que deb ser aprovechado.
20.05.19