Los argumentos del “cambio
climático” han llevado a su extremo más desfavorable las políticas energéticas
de algunos países, como es el
caso del Perú, como ya lo hemos presentado en el blog.
- No solo que el Perú, con el segundo potencial hidroeléctrico de América latina, ha paralizado los grandes y eficientes proyectos de generación hidroeléctrica, (cuyo potencial solo aprovecha el país en un 4%), propuestos por Santiago Antúnez de Mayolo y la profesión ingenieril en su conjunto; como es el caso de las 20 hidroeléctricas de la cuenca del Rio Marañón, o la hidroeléctrica de Inambari,
- No sólo que ha detenido el desarrollo de la energía nuclear, con el congelamiento y la práctica desaparición del IPEN y su sufrido reactor de Huarangal;
- No solo que el regalo de los inmensos yacimientos de gas a las trasnacionales ha postergado la masificación del gas en conexiones domiciliarias en todo el país,
- No solo que se ha permitido a las ineficientes termoeléctricas, que queman petróleo o gas, definir los precios en perjuicio de los consumidores y de las más eficientes generadoras hidroeléctricas,
Sino que, en el colmo de la arbitrariedad,
es el propio consumidor peruano, afectado por grandes sobrecostos eléctricos,
el que financia en sus recibos los proyectos de energía renovables, que arbitrariamente excluyen a la generación hidroeléctrica,
para concentrarse en los costosos e ineficientes proyectos solares o eólicos,
que serían una nulidad completa sin la generación hidroeléctrica ya construida.
Hay algunas señales de corrección,
e inmensas posibilidades, pero es el momento de decidir.
27.2.19