jueves, 29 de octubre de 2020

¿Qué significa la derogación de la Constitución ultra liberal de Chile?

Aunque los medios masivos han ocultado, minimizado o trivializado la reciente abrogación de la constitución ultraliberal de 1980, impuesta por la dictadura fascista de Augusto Pinochet en Chile (1974 – 1990), con el 78.3% de los votos plebiscitarios, la intuición popular es que se trata del cambio de paradigmas en momentos claves y dramáticos para la historia.

En efecto, como bien lo señala un artículo reciente de la  publicación norteamericana EIR,  la constitución chilena abrogada fue expresión del modelo ultraliberal diseñado por la Sociedad Mont Pelerin y la Escuela de Chicago, de Milton Friedman, aplicado a sangre y fuego por Pinochet, junto al “modelo social” fascista copiado del jurista nazi Carl Schmidt por el ideólogo pinochetista Jaime Guzmán. El “modelo chileno” fue impulsado en muchos países de la región, implementándose con mayor o menor profundidad en Perú, Argentina, Colombia, entre otros.   

Los puntos clave fueron, en lo económico:

·         Abandono total de la responsabilidad del Estado en el bienestar general, con la reducción general del mismo (privatización);

·         Conversión del Estado en un instrumento de apalancamiento financiero para los grupos privados, y la correlativa prohibición del crédito publico;

·         Establecimiento del “autónomo” Banco Central privatizado en la práctica como principal agente y decisor de política económica;

·         Aplicación de los esquemas de ahorro forzoso en beneficio de los principales grupos empresariales a través de las AFPs, punto crucial del modelo;

·         Apertura comercial indiscriminada,

·         Renuncia total a la administración de las reservas internacionales en beneficio de la inversión nacional, privada o pública;

·         Apoyo irrestricto del presupuesto público a la “estabilidad” bancaria;

 En el Perú, por ejemplo, es un paralelo completo. La constitución promulgada por el presidente Alberto Fujimori la prepararon admiradores del “modelo chileno”, y el régimen económico es defendido a capa y espada por los medios de comunicación y la cúpula empresarial. Ninguno de los seis presidentes que lo sucedieron adelantaron paso alguno para generar una nueva constitución, pese a reiterados aunque desorganizados cuestionamientos de los sectores sociales y políticos.

Pero la realidad se impone al compás del desplome financiero internacional, y la necesidad de salvar a las naciones aplicando las 4 Leyes propuestas por el Instituto Schiller hace más que impostergables los cambios radicales de la conducción económica, en el contexto de Una Franja, Una Ruta.

Usted, ¿Qué opina?

28.10.2020

2 comentarios:

  1. SALVEMOS NUESTRO PAÍS Y LA ÚNICA SALIDA, ADEMÁS DE APLICAR LAS 4 LEYES FUNDAMENTALES PROPUESTAS POR EL INSTITUTO SCHILLER EN EL CONTEXTO DE UNA FRANJA, UNA RUTA, ES APROBANDO UNA NUEVA CARTA MAGNA, POR LAS CONSIDERACIONES AQUÍ EXPUESTAS, PERO, SOBRETODO, PARA EVITAR UNA CONVULSIÓN SOCIAL DE IMPREDECIBLES CONSECUENCIAS. LOS ENTENDIDOS AFIRMAN QUE SERÍA DE MAYOR MAGNITUD QUE EN CHILE. HAGAMOS VOTOS Y PONGAMOS TODOS NUESTROS ESFUERZOS PARA QUE TODO SALGA BIEN Y MUY BIEN.

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  2. Si, es necesario en nuestro pais cambiar el "capitulo econ+omico", preparado por Carlos Boloña y todos los imitadores de los "Chicago boys". Apliquemos el crédito publico y la responsabilidd del Estado por la infraestructura, el adelanto tecnológico y la industrialización ....

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