miércoles, 27 de marzo de 2019

Qapac Ñam (Camino del Inca ) testimonio e inspiración de la integración física de Sudamérica.


Cuando en 2018, al anunciar los avances del Corredor Ferroviario Bioceánico Central Brasil – Bolivia – Perú, el presidente boliviano Evo Morales comparó este como “el Nuevo Qapac Ñam” de Sudamérica, quizás muchos no tenían las referencias para entender la comparación.
También conocido como el “Camino de la Sierra” durante el virreinato, recorría como un alma de hierro toda la extensión de Tawantinsuyo, desde la zona andina de Colombia, atravesando los actuales Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile, el Qapac Ñan fué la base de las rutas comerciales  internas que ya a fines del siglo XVII, le daban una gran autonomía a las economías de los virreinatos del Perú, Santa Fé y posteriormente del Rio de la Plata. España, por sus propias razones, no se opuso a la continuación del designio cultural del Tawantinsuyo, incluyendo el poblamiento de la selva alta y la selva amazónica, para conservar sus lejanas posesiones.
El núcleo central del comercio por el “Camino de la Sierra” fueron los yacimientos de plata de Cerro de Pasco (actual Perú), el mayor de Potosí (actual Bolivia), además del mineral de mercurio de Huancavelica (Perú). Este comercio ocupaba casi todo el espacio económico de las actuales naciones, y esta economía monetaria basada en la plata movía a todas las regiones, con las diferencias del caso,
Sin embargo, la naturaleza rentística de la monarquía española y la competencia hegemónica británica terminaron por arruinar esta economía interna floreciente. Desde la década de 1740, previas y posteriores a las desastrosas reformas borbónicas, que partieron en dos el Camino de la Sierra, y al desplome de la producción de plata, los planes de invasión británicas se enfocaron el atacar el flanco oriental (Atlántico) de Sudamérica, atacando Cartagena (actual Colombia) y Buenos Aires. .Después del fracaso de las invasiones, con el Plan Maitland, la idea de la geopolítica británica imbuida en buena parte del liderato independentista era pasar al Pacífico y separar las naciones en unidades pequeñas, dándole la estocada final al Camino de la Sierra.
Después de lo cuál y los procesos de imperialismo comercial y de la deuda británicas, las poblaciones de la sierra quedaron totalmente relegadas a la miseria, después de haber sido el sector económico más dinámico en los siglos pasados.
La geopolítica británica vé siempre como enemigo la formación de espacios económicos continentales, prefiriendo naciones semi despobladas, dependientes del comercio marítimo británico con un perfil campo o mina – puerto. Cuando las clases gobernantes se pliegan a este concepto, décadas de exclusión en las naciones deben esperarse.
Esta es la batalla de fondo para la construcción de los Corredores bioceánicos: completar el designio histórico de nuestras antiguas civilizaciones, para extender la vida y el bienestar por el Continente.
 27.3.19

jueves, 21 de marzo de 2019

Según Wall Street … Perú no puede ni debe cerrar su brecha de infraestructura

El sutil pero contundente argumento de la oficina local de Moody´s, una de las mayores clasificadoras de riesgos internacionales, favoritas de Wall Street, dice que el Perú no cerrará su brecha de infraestructura al ritmo que invierte el Estado, pero tampoco le “conviene” variar eso, porque rompería el techo fiscal acordado con el FMI, perjudicando su atracción de inversiones extranjeras.
En efecto, Gestión (Lima, 9.11.19) reseñó la información de Moody´s, sobre que la brecha de infraestructura suman unos USS$ 159,500 millones, lo cual implica un gasto anual (considerando 10 años) de US$ 15,950 millones anuales, 6.3% del PBI promedio. Pero, “según el marco fiscal macroeconómico actual … del gobierno peruano [comprometido con el FMI. NDR], se prevé que la inversión pública promediará 4.6% del PBI (anual) hasta 2025, quedando por debajo de las necesidades”.
¿Por qué el Perú se tendría que conformar? Porque cerrar la brecha de infraestructura "será costoso y podría afectar la fortaleza fiscal de nuestra economía”, dice Moody´s, que reconoce que la brecha de infraestructura en el Perú “frena de desarrollo económico y el crecimiento de la productividad”.
La “solución” que propone Moody´s es peor que la enfermedad: las infames Asociaciones Publico Privadas, APP, aunque también desconfía porque los proyectos de inversión (APP e inversión pública directa) en general “han sido vulnerables a la corrupción”.
Este blog siempre ha mostrado el potencial económico de la infraestructura, pero también hemos sido cuidadosos en no presentar un esquema irrealista, confundiendo deseos con realidades, conociendo el tremendo retroceso en la inversión pública de los últimos años
21.3.19

martes, 19 de marzo de 2019

¿Cuánto le durará al Perú el ciclo del cobre caro?

Aparentemente, el gobierno peruano está apostando: o a que el cobre seguirá relativamente caro por largo tiempo; o a que el mediano y largo plazo no importa. De momento, los precios altos (con sus variaciones del caso) de los minerales han aplazado una recesión, pues estos traen no solo mayores ingresos sino también mayor inversión extranjera; y eso parece ser la única esperanza de un gobierno que no apoya la industria y la agricultura local y que ha dejado caer la inversión pública.
A la larga, la dependencia de un (o grupo) de productos exportables es contraproducente, como lo atestigua hoy Venezuela  y su petróleo, y lo hicieron en el pasado otros países de la región. En Perú, los ciclos de exportación de la plata, el guano, el salitre, el caucho, terminaron en  profundas recesiones.
Pero además, la dependencia mencionada provoca otros efectos, problemática conocida como la “enfermedad holandesa”. En los 60, se descubren grandes yacimientos de gas en Holanda, con tan buen precio y en tan cantidad que con los masivos ingresos por exportación, la moneda local se revaluó drásticamente, quitando competitividad a los demás sectores de exportación y de consumo local, como la industria y el agro; creando una situación de pobreza en estos sectores.
México, Colombia, Chile, son muchos los países que sufren esta afección, y Perú no le va a zaga. En el caso peruano, cerca al 70% de las exportaciones son mineras, y aunque el cobre las lidera, también exportamos oro, hierro, zinc, plata, etc. Sin embargo, excepto el oro, todos son metales industriales, por tanto, tienen una tendencia similar. De hecho, el sol peruano se ha revaluado en el largo plazo respecto al dólar USA,  manteniéndose casi por 20 años en una misma paridad (cercano a 3.30 soles por dólar) con un dólar que se devalúa permanentemente.
Perú, sin una tradición industrial y sin siquiera objetivos nacionales, y una crisis institucional de grandes magnitudes, con unas finanzas publicas desorganizadas, es candidato a sufrir las consecuencias de esta enfermedad.
Los industriales peruanos de la Sociedad Nacional de Industrias, sostuvieron en su momento que un sistema de tipos de cambio diferenciados podría ayudar a la industria, cuyo retroceso ha sido masivo en los últimos 25 años; pero sin un Plan Industrial íntegro y la creación masiva de infraestructura,  el sacrificio público del subsidio será efímero.  
18.3.19

martes, 12 de marzo de 2019

Sheque – Mantaro: Proyecto hidráulico y energético vital, pero postergado


Emblemático por varias décadas, desde los años 60 las Empresas Eléctricas Asociadas, empresa de capitales peruanos privados, que abastecía de energía eléctrica a Lima, había ya planeado la expansión del sistema eléctrico de la Central Hidroeléctrica del Mantaro, con una nueva Central, que debería captar las aguas del río del mismo nombre, llamada la Central Hidroeléctrica Sheque – Mantaro, de 600 MW., cerca al 60% del aporte de la mayor central peruana ya mencionada.
En los años 70, este proyecto fué retomado por la ya empresa pública Electroperú, contemplando el trasvase de las aguas del Mantaro, su conducción por un túnel trasandino de una 14 kilómetros, y su embalse en el sitio de Marcapomacocha, sirviendo las aguas además de mover las turbinas de generación hidroeléctrica, en el incremento del abasto de agua a Lima. Los proyectos de ingeniería la desarrolló un consorcio suizo, pero no tuvo el financiamiento esperado.
En 1982, con el segundo gobierno del presidente Fernando Belaunde Terry, se iniciaron las obras bajo el liderazgo de la empresa pública de saneamiento SEDAPAL, pero en el contexto de la crisis de la deuda digitada por Londres y Wall Street con la subida de los tipos de interés y la consiguiente sequía de préstamos internacionales, y las consiguientes políticas de austeridad  del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial “opinó” al respecto del proyecto que más barato era financiar la perforación de pozos de agua en Lima.
Como consecuencia, se formularon dos proyectos sustitutivos, Marca I y Marca II, de los cuales sólo se hizo el primero, y sin el componente energético, igual que en Olmos.
Hoy, la ciudad, ubicada en un desierto,  sufre nuevamente de escasez del líquido elemento para sus más de 10 millones de habitantes. Sheque – Mantaro contemplaba la derivación de 16m.3/seg. y, una vez concluido, 35m.3/seg., con lo que Lima tendría de sobra para satisfacer sus necesidades.
Y la industria peruana sufre las consecuencias de los sobre costos eléctricos, y un abasto eléctrico limitado a amplios sectores populares urbanos (los “conos”), pese a que Perú es el segundo país de la subregión en potencial hidroeléctrico..
Toda una constelación de proyectos – como las hidroeléctricas del Marañón, la conexión ferroviaria bioceánica, el mega puerto de Bayóvar --  que deberán ejecutarse para convertir al Perú en un propulsor energético, hidráulico y logístico para esta parte de Sudamérica.
11.3.19

viernes, 8 de marzo de 2019

Gas y litio: comparando los logros de Bolivia y Perú


La  confirmación en julio pasado de las reservas de litio en Falchani, Macusani, Puno, fué una total sorpresa para el Estado peruano. Este mega yacimiento es cualitativamente diferente a los de Bolivia – Chile – Argentina –, el triángulo del litio, mineral estratégico en la nueva era del automóvil eléctrico, por las baterías de litio.
Falchani tiene litio en roca, no en salares, como los 3 países mencionados, y con reservas muy grandes y de muy alta pureza. Pero encuentra al Perú sin objetivos claros, ni las herramientas legales e institucionales para optimizar los beneficios de esta riqueza como financiadora del desarrollo. El yacimiento contiene también uranio.
Bolivia es una buena referencia. Así como hizo con el gas, donde la política de Evo Morales ha maximizado los ingresos públicos, exportando mayormente a Brasil y Argentina, mientras que el Perú, con más reservas, recauda mucho menos. Bolivia ha comenzó la industrialización del gas, con la nueva planta de urea establecida, y espera continuar con su planta de insumos plásticos.
La política boliviana en el litio se orientó, además de optimizar los ingresos públicos por las exportaciones, en la industrialización del recurso, con la propuesta fábrica de baterías de autos eléctricos.
Para ello, Bolivia y su empresa pública Yacimientos de Litio de Bolivia, y la empresa alemana ACI System, firmaron en diciembre pasado un acuerdo de US$ 1,200 millones para la explotación y la industrialización del recurso con una fábrica de baterías de ion litio.
Gas y litio: comparando los logros de Bolivia y Perú
Gas
Perú
Bolivia
Reservas
17 trillones p.c.
10.7 trillones p.c.
Ingresos fiscales (% PBI)
< 
> 
Industrialización del recurso
No
Si
Control de la exportación
Extranjero
Nacional
Litio


Reservas (Carbonato de litio)
2,5 millones TM
< 
Ingresos fiscales
--
> 
Industrialización del recurso
No
Si (joint venture)
Control de la exportación
Extranjero
Nacional
Mientras los presidentes de Bolivia y Chile han anunciado su intención de llegar a la industrialización del litio, el presidente peruano Martin Vizcarra ha omitido cualquier mención al respecto.
Perú desactivó con la privatización de los años 1990 su empresa minera estatal, Minero Perú, por lo cual no hay posibilidad inmediata de joint ventures con empresas extranjeras, por lo cual el Estado peruano no tendría participación en los recursos de Falchani.
La empresa canadiense Plateau Energy, concesionaria de Falchani, anunció el interés en el desarrollo del yacimiento  de empresas de China y Corea, pero no está mencionando ningún proyecto industrial.
8.3.19

sábado, 2 de marzo de 2019

Falacias en la evaluación financiera de proyectos de desarrollo

Preocupa hondamente que la postergación sine die de proyectos vitales para el Perú – como el Corredor Ferroviario Bioceánico Norte Brasil – Perú  - se haya “fundamentado” con “criterios de evaluación financiera”, como decir que el ferrocarril tiene flete muerto porque “regresaría vacío” a Brasil, indicando carencia de beneficios suficientes.
Este postergar proyectos vitales, como Olmos, postergado por 100 años y luego reducido, se ha acentuado en los últimos 50 años, desde los años 70, con el fin de la verdadera cooperación para el desarrollo producida después de la II Guerra Mundial, en el espíritu del Plan Marshall, cuando Estados Unidos, el BIRF, Alemania y hasta Rusia daban préstamos y tecnología para el desarrollo.
Un problema doble se presenta en la evaluación y priorización de la inversión pública:
1.       No existen criterios económicos de evaluación de las inversiones en infraestructura amplios para determinar los beneficios esperados no solo a corto plazo,  sino a largo y mediano plazo.
2.       No existen criterios de control y medición de impactos de la infraestructura realizada.
Primero, sólo se consideran  beneficios sociales y económicos inmediatos (pago de tarifas e ingresos tributarios, o ahorro de costes a la población en corto plazo) de un proyecto de inversión pública, y en muchos casos, como los proyectos sometidos a asociaciones público – privados, APP, solo se atiende a los ingresos por tarifas.
Se privilegia la evaluación financiera desde el punto de vista del prestamista, lo cual no era correcto pero parecía lógico cuando intervenía un organismo financiero internacional, como la ha impuesto desde 1958 el Manual de Proyectos de desarrollo económico de las Naciones Unidas.  
Segundo,  la infraestructura realizada suele ser cuestionada en su impacto económico (ex post, más allá del efecto monetario en el gasto inicial), pero el Estado y la sociedad en su conjunto carecen de criterios consensuados para medir éstos impactos.
El enfoque corriente de evaluación financiera de proyectos ignora aspectos como:
·         Conectividad
·         Creación de mercado
·         Rentabilización  de emprendimientos
·         Encadenamientos industriales
Que generan a su vez retornos no inmediatos, ni a corto plazo, que se ignoran en la evaluación financiera de los mismos, pero que son realmente notables, considerando los recuentos históricos.
Todos estos factores, presentes en proyectos como Corredores de desarrollo, generarán emprendimientos nuevos y eficiencia en costos que de no existir la nueva infraestructura quedarían en el limbo, y con ello generando mayores pagos de impuestos a mediano y largo plazo, que son beneficios directos al erario no registrados.
02/03/19