domingo, 23 de junio de 2024

Sudamérica, los BRICS Plus y la desdolarización

23 de JUNIO de 2024.  En el contexto actual, el hecho que una agrupación tan poderosa de naciones como las agrupadas en el BRICS - Plus hayan asumido un conjunto de iniciativas para un nuevo orden económico y de seguridad mundial, no unipolar, ya de por sí es muy importante (Ver post relacionados: 01, 02 y 03). Los llamados hacia un nuevo Bretton Woods hecho por diferentes líderes mundiales a lo largo de los últimos 30 años, toma ahora una forma más real, contando con la palabra de una coalición de naciones que engloba a más del 50% del PBI mundial, y un porcentaje mayor en el control de otros recursos vitales.

El dólar norteamericano eso hasta el momento el medio de pago del comercio y el medio de financiamiento mundial; esto, a partir de los Acuerdos de Bretton Woods de 1944, acordados al final de la Segunda Guerra mundial. Entonces, Estados Unidos, que salió de la Gran Depresión gracias a las políticas del presidente anticolonialista F. D. Roosevelt,  era la potencia industrial del mundo, el constructor del arsenal de la democracia, que abasteció a los países aliados contra el eje nazi, entre ellos los países europeos, incluyendo la propia Rusia soviética, y la China, con las fuerzas nacionalistas y del Partido Comunista chino. La capacidad productiva y exportadora de Estados Unidos era inalcanzable; por tanto el dólar norteamericano tenía una capacidad de pago físico en todo el Mundo; era completamente lógico que sea recibido en todo el mundo como la moneda de cambio y de reserva.  La reconstrucción de Europa, el Milagro alemán y el Milagro japonés, el plan Marshall, todas fueron realidades originadas por esa capacidad productiva e industrial de los Estados Unidos, movilizados a través del dólar.

Pero todo cambió en 1971, en una medida imperceptible para las grandes mayorías, cuando el presidente Richard Nixon establece el fin de la paridad entre el oro y el dólar norteamericano, o convertibilidad, que era lo que ataba la emisión de dólares con la realidad de la producción. Quizás fue el economista norteamericano Lyndon LaRouche quién entendió mejor y advirtió las brutales implicancias de esta medida para el Mundo, y en especial para el Tercer Mundo  (Ver: Sobre una canasta de bienes tangibles: comercio sin moneda )

Paralelamente, se iba gestando el mercado de los petrodólares, gracias a los acuerdos de Estados Unidos con Arabia Saudita para convertir al dólar como la única moneda aceptable a cambio de petróleo. En 1973 se produce la feroz Crisis de la Deuda del Tercer Mundo, cuando el mercado financiero de Londres inicia un incremento masivo y brutal de la tasa de interés Libor, a la cual se había pactado la mayor parte de los empréstitos para el desarrollo de los países del Tercer Mundo; con lo cual se genera una crisis de impago, la Crisis de la Deuda, justificación para los programas de austeridad y posteriormente impuso el Fondo Monetario internacional, desde mediados de la década. Siguió la Década perdida de América Latina (en Perú, dos décadas). Peor aún, en 1974 se produce otro golpe masivo contra el Tercer Mundo, con la Crisis del Petróleo, en la cual el precio de dicha commodity se incrementó brutalmente, generando procesos inflacionarios e hiperinflacionarios y recesivos en la mayor parte del Tercer Mundo.

Pero aún así, el dólar seguía siendo aceptado como la moneda de cambio y de financiamiento mundial, apoyado asímismo por el sistema electrónico de pagos SWIFT. En esa época, los países tercermundistas en crisis y casi excluidos del mercado mundial discutían soluciones como la del comercio sin moneda, comercio compensado, y otras alternativas ante su falta de dólares y el creciente desabastecimiento de sus naciones. Pero siempre se mantenía la esperanza de incrementar su producción interna y exportable y subsanando su ingreso a la globalización.

Ya  desde el 2000, Estados Unidos y Gran Bretaña inician una fase geopolítica agresiva contra un gran número de naciones del Tercer Mundo y del ex bloque socialista; una continuación de la Guerra Fría, a pesar de la caída del muro de Berlín y del fin del bloque soviético. Eso es continuado en la parte económica con bloqueos, sanciones, guerra comercial y recientemente con incautaciones de de los activos de un gran número de naciones, Como Rusia, Siria, Irak, Afganistán, Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, para citar los casos más extremos; manteniéndose un grupo de otros países en el coro de los amenazados. Situación que se exacerba a partir del 2022, en el cual Estados Unidos da un paso más en la conversión del dólar en un arma con sus sanciones y bloqueos contra Rusia por su intervención en Ucrania.

Es noticia constante a partir de ese contexto los acuerdos de las principales potencias del BRICS Plus, especialmente Rusia, China, Brasil, entre sí y con otros países asiáticos y africanos para liquidar sus operaciones de comercio exterior bilateral no en dólares norteamericanos sino en las divisas nacionales correspondientes. Y la situación se ha exacerbado con la firma de dicho convenio por parte de Arabia Saudita e India. Del pedtrodólar al petroyuan. 

En nuestro continente, ha sido Brasil el primer país en anunciar acuerdos de Comercio en propia moneda en China y en su decisión de transformar sus reservas internacionales en activos denominados en dolares en otras en diferentes monedas, especialmente el yuan (riminbi) chino, en sustitución a las reservas en dólares, por lo menos en forma parcial. Lo mismo está planteando el gobierno boliviano. (Ver video: ¿Deberia el Perú No Tener el Dólar En Sus Reservas Internacionales?)

Otro elemento de este tablero es el hecho que China, con su enorme súperavit comercial, es uno de los principales tenedores de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, denominados obviamente en dólares. Se sabe de los movimientos de China de salir de estos bonos a través de ventas masivas de los mísmos; y esto mismo sucede con varios países de los BRICS -Plus, que siempre he considerado dichos bonos como una inversión segura. La salida de los bonos del tesoro norteamericano es obviamente un aspecto adicional de las desdolarización; y amenaza con acabar con el crédito interminable a un país (EEUU) con triple déficit histórico: fiscal, comercial y de capitales. Es decir, el Mundo dejará de financiar a los Estados Unidos, y el consumo en dicho país puede caer en casi el 30%, conforme a la opinión de algunos expertos.

Esta ya es una política expresa, especialmente de China y Rusia, extendida al conjunto de los BRICS Plus; como lo está señalando recientemente el presidente ruso Vladimir Putin, en su papel de coordinador del BRICS Plus. Tomando en cuenta que esta agrupación del sur global está aglutinando buena parte de los productores mundiales de petróleo, como Rusia, Irán, Emiratos Árabes Unidos y la propia Arabia Saudita [aunque hay muchos esfuerzos para que finalmente esta no se una al BRICS Plus], es comprensible el nerviosismo en Estados Unidos y la City de Londres por los acontecimientos próximos.

Los anuncios de Putin demuestran que el objetivo es una desdolarización progresiva pero imparable, progresiva con el objetivo de no desestabilizar más la economía mundial, y siguiendo en un perjuicio para las naciones en desarrollo. Las propuestas de una “moneda del BRICS” deberán esperar a una implementación futura (Ver video: Informe semanal: Putin habla de la nueva moneda del BRICS en San Petersburgo). Aquí lo más importante es que el valor económico reside no en una especie concreta, ni siquiera en una canasta de estas, sino que por el contrario el valor económico reside en el compromiso de una sociedad sin hacer todo lo necesario para el desarrollo de la economía física; ligar el valor de la moneda de cambio internacional a una canasta de commodities puede ser sí un indicador más preciso del valor objetivo del dinero.

Desde una mirada latinoamericana, está claro que cualquier beneficio al Sur Global es altamente deseable para nuestras naciones, al detener el gran perjuicio sufrido por nuestras economías de la deformación del sistema original de Bretton Woods, que conllevó a una era de especulación financiera que castigó la inversión real y el consumo de nuestras naciones.

Los cambios previstos auguran una era de nuevas oportunidades para nosotros; siempre que lo sepamos aprovechar. 

Manuel Hidalgo Tupia

2 comentarios:

  1. Hoy los bonos del tesoro, actúan sosteniendo la especulación, en la medida que muchas naciones, como China, se están deshaciendo de los mismos. Están siendo usados para una especie de acarreo de fondos, para la mayor parte de los bancos norteamericanos en insolvencia y que la Reserva Federal permite el deterioro acelerado de esos bonos.

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  2. Exacto, Jorge, cuando China salga de los bonos de EEUU, se enfrentarán a una crisis de proporciones. Esperemos la cordura, especialmente en la anglósfera ....

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