sábado, 26 de marzo de 2022

Brasil retoma la construcción de hidroeléctricas

Por Manuel Hidalgo

Tras una década sin nuevos proyectos, el Gobierno brasileño ha autorizado los estudios para construir 3 grandes centrales hidroeléctricas, ubicadas en la Cuenca del río Tapajós en el noroeste de Pará, en la selva amazónica.

Se trata de los proyectos Jamanxin, de 881 megavatios, Cachoeira do Caí de 802 MW. y Cachoeira dos Patos, de 528 MW., las dos primeras, casi tan grandes como la mayor central hidroeléctrica peruana. Estas centrales son parte del mas grande complejo hidroeléctrico de Brasil, que incluye a las gigantes hidroeléctricas Sao Luis do Tapajós, de 8040 MW., y Jatobá de 1650 MW. Este proyecto fue suspendido en 2016, debido a los conflictos por los territorios indígenas. Similar al caso del proyecto hidroeléctrico peruano - brasileño de Inambari, en Madre de Dios, paralizado también en 2011.

Un reporte de Dialogo Chino, una ONG británica que cita como su fuente principal a la ONG ambientalista Instituto Clima y Sociedad de Brasil, revela una cerrada oposición a los proyectos, y explica que con la construcción de la hidroeléctrica de Belo Monte, inaugurada en 2016 por la presidenta Dilma Rousseff, se marcó un final en la construcción de las grandes represas hidroeléctricas amazónicas, iniciadas antes por el correligionario de Dilma, el presidente Luiz inázio Lula da Silva.

La campaña contra las hidroeléctricas fue grande, incluyendo no solamente a las bien financiadas ONG ambientalistas e indigenistas, sino también una denuncia en la Organización de Estados Americanos, pese a los indudables beneficios de las hidroeléctricas. El argumento central: “las represas cambian el curso natural del agua, impactando la biodiversidad, la población de peces y la vida de los pueblos en la Amazonia”. Pero, como siempre, la propia naturaleza cambia muchas veces el curso del agua, ¡e igual los ecosistemas se adaptan! Claro, si se trata de mantener a los seres humanos en el atraso, cualquier argumento es bueno.

Los ambientalistas se espantan de que exista un gran interés de las empresas chinas en Brasil (Ver también en Perú) por la energía hidroeléctrica, pues de 63 plantas hidroeléctricas, 6 está en manos de empresas chinas. Aparte de las 32 hidroeléctricas en operación en la Amazonía, hay 31 centrales que están siendo planificadas. Como una muestra de creciente interés de China, se menciona adquisición de la hidroeléctrica Santo Antonio, en el estado de Rondonia, fronterizo con Perú, por parte de la Chinese State Power Investment Corporation (SPIC). Se concibe el interés es creciente, y qué tanto, Lula da Silva como el presidente Bolsonaro, se han mostrado a favor a las hidroeléctricas, lo cual ayudará a un cambio fundamental en la orientación general.

Los ecologistas sostienen que los proyectos hidroeléctricos en la selva baja obliga a desalojar grandes espacios de territorio para conformar las represas, lo cual no ocurre en la selva alta, donde se ubican gran parte de los proyectos peruanos, presentados en el Plan Eléctrico Nacional de Santiago Antúnez de Mayolo, y que también en el Perú representan una gran oportunidad de desarrollo generalizado. Mas aun siendo Brasil el socio del Perú en la conexión bioceánica ferroviaria, priorizada por China en el contexto de una Franja Una Ruta.  

26-3-22

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