sábado, 5 de agosto de 2023

¿Recesión inducida?

 

Las últimas estadísticas demuestran que el Perú está entrando en una etapa de crecimiento nulo, después del rebote a la recesión COVID-19 de 2020 y 2021. En términos desestacionalizados, el PBI retrocedió 1.7% en mayo frente al de abril, principalmente por la caída de los sectores primarios, egún el blog Desarrollo Peruano.  Entre Enero y mayo, el PBI se ha reducido en (-) 0.5%. Después de un grave periodo de desestabilización política, causada por el proyecto totalitario de Pedro Castillo Terrones, desestabilización que se produjo entre el 2022 y los primeros meses de 2023, la situación no ha mejorado en forma notable, con la presidencia de Dina Boluarte.

La contradicción es que el Perú no debería estar en recesión. El Perú conserva una moneda estable, que se revalúa respecto al sol, y una cantidad de reservas internacionales netas (a US$ 74,743 millones según Gestión ) , muy grande en comparación con países de la región con un PBI mayor, como el caso de Argentina y Colombia. En adición, las perspectivas de inversión en el Perú son buenas, tomando en cuenta nuestra fortaleza en producción de minerales, y en nuestra ubicación geográfica, se cristaliza en la inversión en el mega puerto de Chancay, que augura una gran actividad económica en unos próximos años.

¿Cuáles son las causas de esta recesión?

Indudablemente, el ruido político desestabilizador es realmente sorprendente, sabido que el proyecto lo totalitario de Castillo está totalmente desprestigiado. Sin embargo eso, varios medios de comunicación de excelente facturación promocionan alegremente unas llamadas tomas de Lima, que demuestran ser solamente campañas psicosociales mediáticas. Las tomas de Lima se concentran básicamente en las redacciones de algunos medios de comunicación, muy favorecidos por sucesivos gobiernos en los últimos años.

Uno de los aspectos más perniciosos del Gobierno de Castillo fue la calculada actividad anti minera, consistente en levantar conflictos sociales a diferentes empresas mineras, conduciendo a cierres de las vías de comunicación y el cierre temporal de operaciones de algunas de las principales minas. Todo lo cual se promovió Según las denuncias periodísticas, por funcionarios de  ONGS  de financiacion extranjera y del propio castillismo en el gobierno. Pero resulta que, tanto la minería como la inversión minera son las principales locomotoras del crecimiento económico peruano, como elementos dinámicos del PBI. Esta absurda política anti minera, promovida por ideólogos de extrañas concepciones, clasistas o mágico religiosas, han provocado un daño sustantivo a nuestro crecimiento y sus perspectivas de mejora.

Otra causa es la trabazón de años del sistema de inversión pública, con la detención de proyectos como las etapas que siguen de Majes Siguas, Chavimochic, Olmos, Alto Piura, y muchas otras. Junto a ello, la absurda postergación – por razones ultra ecologistas -- de los proyectos hidroenergéticos, a cambio de proyectos ” renovables” , pero insuficientes e ineficientes como los solares y eólicos.

Por el otro lado del espectro ideologico, la oligarquía mundial había ordenado en el foro de Davos, Suiza, en 2020, una recesión inducida, llamada pomposamente “gran reseteo”. En efecto, el fundamentalismo ultra liberal enquistado en la conducción económica está aplicando una política monetaria completamente recesiva. Especificamente, la política del Banco Central de Reserva de incrementar la tasa de interés de referencia desde el 0.5% al 7.5%, es decir multiplicado 15 veces! Ello ha contraído completamente el crédito, encareciéndolo de tal manera que la rentabilidad de las empresas está siendo afectada. El cierre durante la pandemia y después de ella de cientos de miles de pequeños y medianos emprendimientos de momento no ha sido resuelto, provocando la angustia y la desesperación de millones de peruanos, algunos de los cual es se sienten atraídos por las suicidas prédicas contrarias al estado, al derecho, y al orden de la República del Perú.

Junto a ello, se ha vivido los efectos climáticos del Niño Costero, en algunas regiones del país. En adición, las consecuencias de la guerra En Ucrania, y en especial las dificultades para la importación de fertilizantes de origen ruso, han provocado un encarecimiento de los productos alimentarios, prefigurando una estanflación.

Los sectores empresariales peruanos están pidiéndole a la presidenta Dina Boluarte  señales de compromiso con la inversión. De por sí es un pedido justo, y la primera de las señales debería ser el destrabamiento de la infraestructura, señales claras de aliento a la inversión minera y acabar con la política monetaria contractiva, porque ningún organismo so capa de autonomía tiene el derecho de acentuar una recesión, perjudicando la actividad económica de millones y millones de ciudadanos.

Manuel Hidalgo Tupia

5.8.23

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