Cómo financiar el desarrollo
El Perú
tiene un déficit de infraestructura pública de entre $ 200,000 y $ 280,000
millones, mientras que su inversión pública anual es de $ 11,000 millones,
insuficiente e ineficiente, que no alcanza a tener impacto en el crecimiento ni
ser la chispa iniciadora del crecimiento y el desarrollo económico.
Todos
los años, en el verano, la carretera Central, la segunda más importante del
país, colapsa varios días por los deslizamientos, y su tránsito se restringe
por más tiempo, deteniendo la circulación de los bienes y personas, y causando
daños y pérdidas humanas. Esta es una muestra de la necesidad de la
infraestructura e industria básica, y para ello de la inversión generadora de
desarrollo, que, como siempre se ha entendido, es responsabilidad del estado
nación.
Pero,
¿cómo financiar las inversiones que requiere el desarrollo? Esta parece ser la pregunta principal, el problema a resolver para salir del subdesarrollo: en
apariencia el financiamiento es insuficiente, y las fuentes son limitadas.
Muchos piensan que el financiamiento debe ser exclusivamente -- o casi –
externo. Se considera al Estado como el principal responsable de la inversión
publica, y alguien ha dicho: “sembrar inversión pública para cosechar inversión
privada”. Sin embargo, muchos descalifican al Estado, por cuestiones
ideológicas (libre mercado), o corrupción, pero la inversión privada carece del
tamaño, permanencia temporal y el involucramiento para reemplazar a la
inversión pública. Los mecanismos mixtos no han mostrado aún suficiente vigor.
Muchos
países del mundo ya atravesaron exitosamente por procesos de desarrollo, ¿cómo
lo hicieron?; ¿qué mecanismos usaron?,
¿los podríamos aplicar al Perú? ¿Cómo se financió el “milagro europeo”? ¿Por
qué fue tan exitoso en provocar del desarrollo el Plan Marshall? ¿Por qué
fueron tan exitosas las políticas del primer secretario de Haciendo de los
Estados Unidos, Alexander Hamilton?
Para
aclarar conceptos, difundir autores olvidados, desvanecer mitos y promover el
debate académico y ciudadano serio y alturado, es que lanzamos este blog, que
esperamos sea de tu agrado.
¡Bienvenido!