Por Manuel Hidalgo
28 de abril de 2024
Cada día que pasa, y pese al contexto internacional tumultuoso, la promesa
de un cambio económico positivo en el Perú a partir del megapuerto del Chancay se hace más presente en la conciencia nacional
y regional. Es indudable que, a no ser por un hecho catastrófico como una
Guerra Mundial, como muchas voces señalan como un peligro latente por las
situaciones en Ucrania y el Medio Oriente, las perspectivas alrededor del
megapuerto son mayúsculas.
Se espera razonablemente que la lógica de la inversión global verá en el
megapuerto varias oportunidades:
- ·
Como “hub”
portuario de Sudamérica va a ser muy atractivo para las empresas que deseen
establecer centros de producción o distribución para el mercado
latinoamericano.
- · La
cantidad de tratados comerciales firmados por el Perú extienden las
posibilidades de instalación de empresas manufactureras en su territorio; pues éstas
van a tener un ingreso asegurado a los 21 grandes mercados supranacionales y
nacionales con los que el Perú tiene acuerdos comerciales;
- ·
El
potencial minero y metalúrgico, de construcción naval, petroquímico y de
fertilizantes, y por añadidura la agroexportación del Perú aseguran la
instalación de empresas industriales, como ya se ha anunciado por ejemplo en el
caso de la construcción naval;
- ·
Las
limitaciones logísticas que presenta el Perú, con sus grandes brechas por
ejemplo la conexión bioceánica ferroviaria, están siendo discutidas todos los niveles, como lo atestigua la Cámara de Comercio Peruano
China, que tomando la voz del Gobierno de China reitera el interés de Pekín en
asegurar la construcción de la ferrovía Perú - Brasil; lo que también es una
prioridad para dicho país.
·
Las
conexiónes bioceánicas y la logística de transporte se constituirán en Corredores
de desarrollo que crearán mercados a nivel nacional e interregional, aumentando
las posibilidades de inversión nacional y foránea Y la integración subregional.
En este escenario tiene relación al surgimiento del sur global, liderado
por los países del BRICS Plus, como nueva propuesta hegemónica no unipolar, significado
por la iniciativa Una Franja, Una Ruta, de China. El hecho de ser el Perú el
centro del Pacífico sudamericano, indica que la gravitación económica se
desplazará rápidamente desde el eje Santos - Buenos Aires hacia Chancay - Callao; lo cual se debe tomar por el país con
una gran responsabilidad frente a nuestros países hermanos, bajo el concepto de
una integración física del subcontinente.
Estamos viendo pues un alineamiento de las mejores condiciones para un
desarrollo industrial en el Perú, que en buena parte se debe al impulso de
China pero indudablemente cuenta con la predisposición de la sociedad peruana, después
de casi 150 años de postergación de los planes de desarrollo de alcance
nacional.
Es muy importante señalar que el Perú requiere garantizar la sostenibilidad
de este proceso de industrialización, generando un consenso sobre la necesaria
política industrial con participación del Estado para garantizar el sector
nacional de la industria; además de las instituciones como son las Zonas Económicas
Especiales y los Parques Científico Tecnológicos, como se discutió en el reciente Foro en la Universidad de San Marcos (ver el video en el post correspondiente), para asegurar tanto el aporte del
capital humano peruano, como la real transferencia tecnológica, a fin de
establecer una industrialización que nos lleve al máximo crecimiento del
Bienestar Social.
Perú está discutiendo hoy aspectos que en el pasado parecían sueños
imposibles, como son los ferrocarriles bioceánicos; y que hoy son necesidades
económicas impostergables para sectores completos de los negocios y la
población.
