Roosevelt desde 1932 propone
salir de la crisis con un programa de reconstrucción de la economía física,
empezando con la construcción de infraestructura, dejando de lado para
financiar el proceso a los bancos y a la Reserva Federal, usando la potestad
del poder ejecutivo a emitir directamente billetes con poder de pago respaldado
por los ingresos tributarios.
El proceso ahorro – inversión es
indispensable para el desarrollo, y el papel de los bancos puede ser muy
beneficioso, al expandir el crédito productivo, como lo reconoció entre otros
el primer secretario de Hacienda norteamericano Alexander
Hamilton. Pero ¿qué pasa cuando la intermediación bancaria desvía el dinero
fuera del circuito ahorro – inversión? ¿A la especulación o la ganancia
excesiva y expropiatoria? Esa intermediación perversa se convierte en un
obstáculo al desarrollo reduciendo el crecimiento.
Por eso, Roosevelt recolocó a los
bancos en su lugar original de intermediación financiera y los retiró de la
especulación bursátil, con la Ley
Glass Steagall de separación de los bancos comerciales de los bancos de
inversión, orientados estos últimos a la Bolsa. Junto a ello, la Comisión
Pecora del Congreso de los Estados Unidos investigó las prácticas dolosas de
los principales grupos bancarios, estableciendo los lineamientos de la
supervisión bancaria y bursátil que rigió el resto del siglo. La abrogación de
la Ley Glass Steagall en 2001 llevó directamente a la crisis de las hipotecas
subprime de 2008, por lo cual se alzan voces en los EEUU. para su
restablecimiento, como parte de la propuesta de LaRouche de las 4 leyes para la
reactivación económica de las naciones.
Lo más importante para financiar
el desarrollo es crear un sistema
de crédito instrumentando el atributo del Estado a emitir circulante, junto
con un programa de infraestructura guiado por la mejora tecnológica y un
programa de avance de la ciencia de punta.
En Perú, el oligopolio bancario fuertemente
concentrado ha impedido que por ejemplo el Banco de la Nación pueda aceptar depósitos
de amplios sectores nacionales y ampliar sus operaciones de crédito, Además ha
tomado control de las operaciones de los entes estatales Corporación Financiera
de Desarrollo, Agrobanco y Fondo Mi Vivienda. El oligopolio genera un grave
problema social, con tasas de interés excesivamente elevadas, lo que ha llevado
a iniciativas legislativas para limitar la usura. Además de ser un lastre al
crecimiento al destruir la rentabilidad de las empresas con sobrecostos
financieros.
En Perú, en la cercanía de la elección presidencial, un sólo candidato se ha expresado sobre el oligopolio bancario, la necesidad de la reconstrucción económica y por acabar con el control de las prácticas corruptas de Odebrecht y sus muchos cómplices sobre el presupuesto público. Esperemos que alcance un plan coherente que sea escuchado por la opinión pública, pero ahí están los testimonios de la experiencia y la razón humana.
27/03/2021