Pero, pensándolo
bien, es todo lo contrario.
Por qué el Desarrollo sigue siendo el nombre de la Paz, la paz social, según
la frase tan famosa del Papa Paulo VI. Entonces, es necesario qué los grupos
políticos en el Perú, pero también en muchos otros países vecinos como Brasil, Argentina,
Bolivia Colombia y Chile, planteen alternativas concretas de desarrollo
económico compartido, con equilibrio entre las diferentes regiones de nuestros
países.
En el caso del Perú, en los últimos quinquenios los proyectos de
infraestructura se concentraron en Lima, los proyectos en las regiones, como el
caso de Alto Piura, Olmos, Chavimochic, Majes - Siguas (etapas posteriores), Central
Hidroeléctrica de Inambari, se fueron postergando y hasta cancelando.
Por su parte, la descentralización desde 2001 por el contrario facilitó las
cosas para los grupos locales de corrupción, en especial, de izquierda, que han
destruido la inversión pública regional. La pandemia demostró asimismo la
fragilidad de los resultados del esquema miope de la derecha ultraliberal, con
niveles de subempleo por encima del 76%.
Sin embargo, las soluciones mágicas pueden ser más perjudiciales que los
problemas existentes. Este blog ha sido crítico del capítulo económico de la Constitución
de 1993. Sin embargo, un cambio de la Constitución no es de ninguna manera una
solución mágica al desempleo, por ejemplo. Lamentablemente, la ultraizquierda, que
propone la panacea del cambio constitucional promete por el contrario un
empeoramiento de las condiciones para el desarrollo; un ultra ecologismo
malthusiano anti industrial, el desmantelamiento de las instituciones
democráticas; una destrucción desde adentro de la integridad territorial y la
soberanía nacional, partiendo el Estado y la gestión territorial en miles de
autonomías inoperantes estériles. Con lo cual, la construcción de la infraestructura
nacional como responsabilidad del estado desaparece, y con ello nuestra
esperanza de un desarrollo económico y la mejora de las condiciones de vida.
Afortunadamente, el futuro no se delinea por los planteamientos de una
izquierda atrasada ideológica y conceptualmente, sino por la realidad magnífica,
tanto de la posición geoestratégica crucial del Perú, la capacidad de trabajo
de la población peruana y la presencia tanto de la demanda internacional
motorizada por China, como de la inversión extranjera, también movilizadas por
las inversiones de dicho país, en el marco de la iniciativa China de Una
Franja Una Ruta. Sorprende la ceguera de la derecha y de
la izquierda sobre la gran oportunidad que se experimenta, ejemplificada en el
rechazo de Pedro Pablo Kucszynski a la conexión bioceánica ferroviaria Brasil –
Perú.
Quizás, de las peores fuerzas geopolíticas extracontinentales, utilizando
el extremismo de derecha y de izquierda para generar una guerra sin fin, cómo
se ve respectivamente en el Brasil y en el Perú, se movilicen para destruir las
perspectivas de desarrollo bajo el marco de Una Franja Una Ruta. Por eso
hace cada vez más necesario la discusión, en foros como el presente blog, de
cómo realmente funciona el desarrollo económico, en base al compromiso del Estado
con la infraestructura, al mejoramiento tecnológico partiendo de una expansión
de la educación científica también promovida por el Estado, cómo fue siempre, por
ejemplo, en la mejor época decrecimiento de los Estados Unidos, y como lo es
ahora en China la mayoría de los países del Sur global.
Por Manuel Hidalgo
9 de enero de 2023