Por Manuel Hidalgo
Después de 4 meses de operaciones desde su inauguración a fines de
noviembre, el puerto de Chancay ha demostrado un gran impacto positivo en el
comercio exterior y la captación de ingresos fiscales arancelarios. Ya ha
movilizado más de US$ 400 millones de importaciones y exportaciones,
generándose S/. 144 millones en tributos. El Impacto en la economía general
también se hace notar: solamente en enero de 2025, el PBI peruano registra un
incremento de 4.07%, mayor al incremento promedio del PBI durante 2024,
denotando aceleración. La empresa gestora del puerto, COSCO Chancay, estableció
las Rutas Buenaventura – Chancay – Shanghái, Guayaquil – Chancay – Shanghái e
Iquique (o San Antonio) – Chancay – Shanghái, extendiendo los beneficios de la
mayor eficiencia logística y de las rutas más cortas a Colombia, Ecuador,
Bolivia y Chile, que ahorran por lo menos de 10 días de viaje a más.
También se conoce que la empresa China de petróleo, CNPC, que está operando
en el Perú en el lote gasífero 59, en Megantoni, región Cusco – entre otros -- y
específicamente está realizando las exploraciones para asegurar el total de
reservas necesario. Según los expertos del tema, este aseguramiento de reservas
se hace con fines de asegurar el abastecimiento del gas para la proyectada
industria petroquímica, a instalarse en las regiones de Arequipa o de Ica, en
la cual ha mostrado interés oficial el Gobierno de Arabia Saudita, que tiene en
el campo petrolero una excelente coordinación con China. La petroquímica se
orientará especialmente a la producción de úrea, fertilizante que el Perú
importa en forma permanentes, y que ayudará a la expansión esperada de las
exportaciones agrícolas peruanas, en el contexto de las oportunidades abiertas
por China y el sudeste asiático, con el mejoramiento de los acuerdos
comerciales al respecto.
De momento, las inversiones de China en el Perú están entre 30 y 40 mil
millones de dólares, incluyendo el propio megapuerto, por lo cual las
declaraciones de Tejada son una reiteración. En efecto, el 11de marzo se informó que el
ministro de economía José Salardi dijo que la propuesta incluía una exoneración
temporal del Impuesto a la Renta a las empresas que se instalen en la Zona
Económica Especial (ver nota de RPP). En efecto, aunque el gobierno peruano ha
demorado varios meses la propuesta de una nueva Ley de Zonas Económicas
Especiales, ZEE, finalmente ésta ya fue elaborada y remitida al Congreso de la
República, donde ya ha sido aprobada en la comisión respectiva, debiendo pasar
ahora a la aprobación por el pleno (Vea el post respectivo del blog). La diferencia es que las ZEE que se
están regulando tienen un carácter privado, y no público, como las existentes
hasta la fecha, y que han tenido pocos resultados; lo cual puede ser un rasgo
beneficioso, debido a la poca operatividad de la administración pública debido
a los grandes males de corrupción social que enfrenta el Perú. En una sociedad con
el empleo formal demasiado restringido, que supera solo el 20% del empleo total,
la atracción de inversión extranjera como la mencionada es vital incluso para
la paz social. Es muy claro que en medio de un desempleo o subempleo, el papel
de los grupos delincuenciales tendrá más eco, en una población desesperada y
desorientada.
Otros elementos de colaboración China - Perú se están implementando: uno de
ellos es la Cooperación Internacional para el establecimiento de parques
industriales de alta tecnología, en lo cual Pekín está cumpliendo su parte con
los estudios de factibilidad. Está claro que en esta y otras propuestas el
papel de la Universidad -pública en especial - como aportante de ciencia y
tecnología, y formación de capital humano, es insustituible; y más aún en la
sociedad del conocimiento.
Es muy posible que la población peruana no aquilate aún del todo la
oportunidad que tenemos en esta asociación con la nueva Ruta de la Seda, la Iniciativa
de Una Franja Una Ruta, y el dinamismo de una economía como la
China, en expansión permanente, después que en nuestro país estamos
acostumbrados al zig zag de expansiones y luego depresiones severas. Hay un
espacio que se está abriendo, a partir de la paz en Europa y esperamos en todo el
mundo, de nuevos mecanismos de cooperación para el desarrollo global y la
seguridad compartida.
Por supuesto que hay amenazas y retos. Específicamente, la actuación de los
Estados Unidos respecto a Panamá y su integración a Una Franja y Una Ruta, después
de lo cual se obligó prácticamente a las empresas chinas que gestionaban los
puertos de Panamá y Colón a vender su participación a una empresa
norteamericana (Black Rock). Esperamos que estas amenazas se vayan demostrando
como lo que son: inaceptables e inconvenientes.
Además, el Perú todavía no ha acelerado la conexión ferroviaria y multimodal Chancay
- Brasil, que es el
principal interesado en la ruta Chancay – Shanghái. En vez de eso, los
sucesivos gobiernos peruanos han privilegiado los ferrocarriles longitudinales
costeros, que tienen un impacto menor, debido a que hacen el mismo trabajo que
está haciendo ya el cabotaje marítimo sin demandar otra inversión. Sin embargo,
está claro que la conexión bioceánica es una demanda tan acuciosa y rentable
tanto física como monetariamente, que ya es imposible postergarla más tiempo.
Vale.
16.03.2025
A prepararse para procesos económicos transformadores.
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