jueves, 7 de mayo de 2020

Perú – China: recuperar los flujos económicos después del Covid 19

Aunque lamentablemente la pandemia está en plena efervescencia, mostrando las peores carencias y flaquezas de la sociedad peruana, es crucial planificar la posterior normalización de las actividades económicas, sumamente afectadas por el doble golpe de la pandemia y la crisis financiera global agravada por el acontecimiento.

De hecho, si el Perú no resintió casi la guerra comercial de EE.UU. contra China en 2019, conservando con poca variación sus exportaciones a ambos sus principales socios comerciales, este año se percibe ya una caída de importantes rubros de exportación, como el cobre, debido a la recesión causada por la cuarentena en la mayoría de países industrializados.

China es el principal socio comercial del Perú y prácticamente el principal inversionista extranjero; así como los EE.UU. son nuestro segundo socio comercial, por lo cual una confrontación entre estos dos países sería catastrófica, incluso para toda América Latina.

Aun cuando en el Perú se siente un resentimiento de algunos sectores manufactureros, como textiles, confecciones y calzado, en relación a las masivas importaciones de productos baratos desde China; y existen demandas sociales en relación a empresas chinas, en balance los crecientes lazos económicos con el gigante asiático han sido muy beneficiosos, en especial desde el Tratado de Libre Comercio bilateral de 2009:

-          Asegurando la demanda internacional para nuestros productos mineros y agropecuarios, que ha permitido que los ingresos por exportaciones suban consistentemente, superando incluso el deterioro de los términos de intercambio de décadas anteriores;

-          Asegurando abastecimiento de bienes de capital e insumos industriales, vital para nuestras empresas, a precios mucho mas competitivos,

-          Garantizando un abastecimiento de bienes de consumo baratos para los sectores populares, que ha paliado así las situaciones de empleo desfavorables.

-          Incrementando de la inversión directa interna china por un total de US$ 30,000 millones en los sectores: minero, gas, petróleo, generación eléctrica, portuario, logístico,  ingeniería, bancario, entre otros, en dimensiones no alcanzables para los países inversionistas tradicionales (EE.UU., Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia). Sólo en minería la inversión china asciende a USD 11,700 millones. Las Bambas, la ampliación de Toromocho, y el Megapuerto de Chancay son las inversiones bandera del gigante asiático

Los beneficios serían mayores de no mediar el rechazo del gobierno de Pedro Pablo Kuczsinski en 2017 a la oferta china de asumir la construcción del ferrocarril bioceánico Brasil Perú, en medio de las alarma  del gobierno norteamericano por el supuesto “avance geopolítico” de China en el subcontinente.

El gobierno y el sector empresarial peruano se han mantenido cautelosos de momento ante las posturas beligerantes anti chinas de algunos sectores del gobierno norteamericano; enfatizando los 50 años de relaciones diplomáticas entre ambos países y su alianza estratégica integral que ha ayudado a que el país supere la profunda crisis de las dos últimas décadas del siglo pasado.

06 de Mayo de 2020


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