En efecto, como bien lo señala un
artículo reciente de la publicación norteamericana EIR, la constitución chilena abrogada fue expresión
del modelo ultraliberal diseñado por la Sociedad Mont Pelerin y la Escuela de
Chicago, de Milton Friedman, aplicado a sangre y fuego por Pinochet, junto al
“modelo social” fascista copiado del jurista nazi Carl Schmidt por el ideólogo
pinochetista Jaime Guzmán. El “modelo chileno” fue impulsado en muchos países
de la región, implementándose con mayor o menor profundidad en Perú, Argentina,
Colombia, entre otros.
Los puntos clave fueron, en lo
económico:
·
Abandono total de la responsabilidad del Estado
en el bienestar general, con la reducción general del mismo (privatización);
·
Conversión del Estado en un instrumento de
apalancamiento financiero para los grupos privados, y la correlativa
prohibición del crédito publico;
·
Establecimiento del “autónomo” Banco Central
privatizado en la práctica como principal agente y decisor de política
económica;
·
Aplicación de los esquemas de ahorro forzoso en
beneficio de los principales grupos empresariales a través de las AFPs, punto
crucial del modelo;
·
Apertura comercial indiscriminada,
·
Renuncia total a la administración de las
reservas internacionales en beneficio de la inversión nacional, privada o
pública;
·
Apoyo irrestricto del presupuesto público a la “estabilidad”
bancaria;
En el Perú, por ejemplo, es un paralelo
completo. La constitución promulgada por el presidente Alberto Fujimori la
prepararon admiradores del “modelo chileno”, y el régimen económico es
defendido a capa y espada por los medios de comunicación y la cúpula
empresarial. Ninguno de los seis presidentes que lo sucedieron adelantaron paso
alguno para generar una nueva constitución, pese a reiterados aunque
desorganizados cuestionamientos de los sectores sociales y políticos.
Pero la realidad se impone al
compás del desplome financiero internacional, y la necesidad de salvar a las
naciones aplicando las 4 Leyes propuestas por el Instituto Schiller hace más
que impostergables los cambios radicales de la conducción económica, en el
contexto de Una
Franja, Una Ruta.
Usted, ¿Qué opina?
28.10.2020
SALVEMOS NUESTRO PAÍS Y LA ÚNICA SALIDA, ADEMÁS DE APLICAR LAS 4 LEYES FUNDAMENTALES PROPUESTAS POR EL INSTITUTO SCHILLER EN EL CONTEXTO DE UNA FRANJA, UNA RUTA, ES APROBANDO UNA NUEVA CARTA MAGNA, POR LAS CONSIDERACIONES AQUÍ EXPUESTAS, PERO, SOBRETODO, PARA EVITAR UNA CONVULSIÓN SOCIAL DE IMPREDECIBLES CONSECUENCIAS. LOS ENTENDIDOS AFIRMAN QUE SERÍA DE MAYOR MAGNITUD QUE EN CHILE. HAGAMOS VOTOS Y PONGAMOS TODOS NUESTROS ESFUERZOS PARA QUE TODO SALGA BIEN Y MUY BIEN.
ResponderEliminarSi, es necesario en nuestro pais cambiar el "capitulo econ+omico", preparado por Carlos Boloña y todos los imitadores de los "Chicago boys". Apliquemos el crédito publico y la responsabilidd del Estado por la infraestructura, el adelanto tecnológico y la industrialización ....
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