El gobierno anunció en días pasados que prevé la construcción hasta el 2030 de cuatro ferrocarriles: tren Grau (costero) tren Inca (paralelo en la zona Sierra) tren Andahuaylas – puerto San Juan de Marcona (En el sur del Perú) y el tren puerto de Chancay Pucallpa (a conectarse con la salida bioceánica con Brasil). Los trenes que están en su fase de estudio deberán iniciar pronto su construcción, iniciando con los primeros tramos (Lima Barranca y Lima Huacho) del Tren Grau. Estos proyectos tienen ya en promedio 6 años en su propuesta y estudio, desde los gobiernos anteriores.
No son solo ferrocarriles individuales, sino que conformaran una red o
sistema de ferrocarriles con salida bioceánica, bajo la concepción superior de Corredores
de desarrollo o plataformas económicas. Va más allá de los anillos ferroviarios propuestos por las ingenieros de la
Universidad Nacional de Ingeniería. Es decir, superando el concepto limitado de
corredores de transporte; o peor aún, de los trenes campo - puerto, o mina -puerto.
El objetivo incluye pero va mucho más allá de facilitar y hacer más eficiente
el transporte de los productos de exportación o importación.
Más aún; el valor de estos proyectos no consiste únicamente en el estímulo
que el gasto en construirlo ocasiona a la circulación económica nacional, y al
ingreso nacional. Los beneficios son mucho mayores; y muchos de ellos son a
largo plazo y son indirectos. Por ello, los economistas monetaristas, enfocados
en él repago de la deuda que generan estos proyectos, no registran estos
beneficios, y no ven la rentabilidad real (física) de los mismos.
Desde el punto de vista de los Corredores de desarrollo, propuestos
modernamente por el finado economista norteamericano Lyndon LaRouche, de
estudio obligado para los lideres de las naciones, un corredor de desarrollo es
un diseño prospectivo para crear mercados y oportunidades de emprendimiento, donde
antes no las había. Y esto se basa no solamente en que los menores costos hacen
más eficientes al capital y al trabajo, sino que además los corredores de
desarrollo permiten usar las sinergias del transporte multimodal, la generación
energética (hidroeléctrica y demás), las mejoras en la agricultura, en las
telecomunicaciones, en la conducción de aguas, en las habilitaciones portuarias
y aeroportuarias, y en la habilitación de nuevas ciudades.
Hay dos riesgos que pueden evitar que el esfuerzo ferroviario del Perú
obtenga los resultados esperados. Primero, que no sea acompañado por una
inversión de magnitud similar en proyectos hidro energéticos e incluso de
energía nuclear, para asegurar por ejemplo la movilidad de los trenes
eléctricos a construir. En segundo lugar, existe la posibilidad que la absurda
estructura y regulación de ese invento llamado “mercado eléctrico” permita que
los fondos especulativos foráneos, propietarios de las empresas de generación
eléctrica, se apropie de los beneficios de esta infraestructura, provocando una
disminución de su eficiencia.
Sin embargo, dentro de la magnífica perspectiva del mega corredor de
desarrollo mundial de iniciativa China llamado Una Franja Una Ruta, de la cual forma parte el Perú y a la
que pertenece el gran megaproyecto portuario de Chancay, la nueva red
ferroviaria peruana tiene las mejores perspectivas para su éxito. Si los
ciudadanos lo permitimos.
“¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo! … Perú al pie del orbe; ¡yo me adhiero!!” (César Vallejo)
Manuel Hidalgo
2 de Setiembre de 2022
No verlos sólo con ferrocarriles, son corredores de desarrollo o plataformas economicas, creadoras de mercado y emprendimientos.
ResponderEliminarIdeal si son de suspensión magnética.
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