Si desea relanzar la
infraestructura, como dice, el gobierno debe acudir a la administración directa
de los proyectos, dejando de lado para los proyectos estratégicos el
controvertido esquema de las Alianzas Público – Privadas (APP). Y mejor aún: promoviendo la introducción masiva
de crédito público a bajas tasas de Interés por mecanismos “hamiltonianos” como
la Corporación Financiera de Infraestructura, propuesta
por este blog.
Todo lo contrario: el gobierno
asumió la “papa caliente” de los contratos APP suscritos por el gobierno
anterior: Línea 2 del Metro, Gasoducto Sur Peruano y el Aeropuerto de Chichero.
Como hemos visto, el resultado ha sido catastrófico; la Contraloría General indico
que dichos contratos, tal como fueron formulados, constituían esquemas para
aprovechar sistemáticamente al Presupuesto público; la defensa del gobierno a
estos proyectos han significado un enfrentamiento con el Legislativo, y un
desprestigio temprano, cuando no cumple siquiera un año. (En
la imagen: Contralor Edgar Alarcón, Ex ministro Alfredo Thorne, primer ministro
Fernando Zavala)
De otro lado, el tratamiento del
Estado a los megaproyectos más estratégicos – ferrocarril bioceánico Brasil Perú
(FETAB),
Túnel
ferroviario central, centrales hidroeléctricas,
proyectos de irrigación,
puertos, etc. – ha sido lamentable. Mientras Chile avanza hacia la construcción
del túnel trasandino con Argentina y se ofrece en Pekín como la salida bioceánica
en el marco de la Iniciativa Una Franja, una Ruta, pidiendo financiamiento
chino para una nueva refinería de cobre; el presidente Kucszysnki ha dejado en
el limbo el proyecto bioceánico con Brasil y China, y ha archivado las ofertas
de Ji Xinping para la cooperación para el desarrollo; dejando a las futuras
generaciones el peso del subdesarrollo.
Usted, ¿Qué opina?
1.7.17
No hay comentarios:
Publicar un comentario